Mucha gente pregunta a diario, en qué momento convirtieron al país en esto que hoy somos. Muchas veces sentimos que todo se termina y que el futuro de nuestro país y el de nuestras familias es oscuro, porque desafortunadamente, en nuestro país hay un gobierno que no da respuestas a nuestro pueblo, pero sí apela al miedo, al control y al chantaje, para perpetuarse en el poder.
Por eso siempre vemos cómo huyen hacia adelante cuando sienten el agua en el cuello. Es así como inventan novelas chimbas para hacerle creer a nuestro pueblo que los responsables de todo el caos, que ellos mismos generaron, no son ellos, sino otros. Y así los vemos producir propaganda, con recursos que deberían dirigirse a darle calidad de vida al pueblo. Todo con el único propósito de intentar ocultar una realidad de privaciones, de escasez, de violencia, de dolor, de sufrimiento de los venezolanos y sus familias, que son víctimas de la violencia y sus consecuencias.
El objetivo es provocar desaliento, pero no todo está perdido. Sigan creyendo que nuestro pueblo se resignó. A los responsables de esta crisis, nuestro pueblo les dará una lección. De cada uno de nosotros depende que podamos salir de esta oscuridad, para juntos construir un país de progreso, donde cada venezolano sea esa luz que alumbre el futuro de esta hermosa nación, hija de Bolívar.
Este es el año perfecto para que todos los venezolanos, en las elecciones parlamentarias, hagamos oír nuestras voces. Están dadas todas las condiciones para que esa fuerza de cambio se exprese con contundencia.
Cuando nos hemos unidos, hemos logrado derrotar la oscuridad. Cada uno de nosotros en nuestra Venezuela tiene que dejar a sus hijos, a sus nietos y a sus vecinos un país mejor y más justo que el que encontramos. Si dejamos esperanza y confianza en las futuras generaciones sabremos de antemano que sus vidas serán mejores que las nuestras, porque la esperanza es vida y Venezuela unida tiene vida.
En Miranda son muchos los sueños y metas que hemos alcanzado junto al pueblo, hablamos de logros en las áreas de salud, productividad, educación y vivienda. En esta última área podemos decir con orgullo, que a través del Plan Mi Vivienda, más de 300.000 mirandinos han podido mejorar sus condiciones de habitabilidad gracias a nuestros Certificados de Materiales de Construcción Sin Deuda en sus distintas modalidades.
Nosotros, a diferencia de este gobierno, sí creemos en el emprendimiento y en el talento de nuestro pueblo. Además, sabemos que el único camino para salir de la crisis es produciendo, por eso apoyamos lo Hecho en Miranda y a nuestros productores regionales, a través de la entrega de créditos a emprendedores. Ya son 7.700 créditos que hemos entregado. Además, a través del Plan Mi Bodega ya son 3.000 empleos directos generados.
En cuanto a salud, otros se hubiesen quedado de brazos cruzados si les hubiesen quitado la administración de los hospitales y ambulatorios, pero nosotros no. Creamos desde cero la Red de Salud Francisco de Miranda, que cuenta con 72 centros de salud, con tecnología de punta, y ya ha atendido cerca de 8.000.000 de pacientes.
Nuestros avances en educación son los que más nos llenan de orgullo. No solamente hemos construido 47 nuevas escuelas, beneficiando a 20.949 alumnos, sino también podemos hablar de que el año pasado, más de 8.000 estudiantes de nuestras escuelas superaron el estándar internacional lector. Somos el único estado de nuestra Venezuela que invierte más del 70% de su presupuesto en educación, porque sabemos que la educación es un pasaporte hacia el futuro y el progreso.
Todos estos ejemplos, que hoy son realidad en Miranda, expresan muy bien lo que con tantas ansias esperan los venezolanos en todos los rincones de nuestro país. Los mirandinos hoy cuentan con un gobierno que asume compromisos y da respuestas a las comunidades.
Pese a todos los obstáculos que a diario nos ponen, intentando sabotear nuestra gestión, en Miranda tenemos resultados que mostrar. Sabemos que aún faltan muchas cosas más por hacer y si hay algo que nos sobra es voluntad. Puede que nos falten recursos, pero nos sobran ganas para seguir trabajando por darle calidad de vida a todos los mirandinos por igual.
Todos los días reafirmo mi convicción de que cada venezolano merece la oportunidad de progresar en la vida y que el compromiso de quienes tenemos responsabilidad de gobierno es, precisamente, construir las condiciones que permitan a cada vez más familias progresar y alcanzar sus metas y sus sueños.
Cuando ocurran las cosas grandes e importantes que estamos seguros ocurrirán en esta nueva etapa de nuestra historia venezolana, todos diremos: “yo fui parte, yo hice mi parte, yo participé”. Y así será, porque en ese futuro ya próximo, los venezolanos descubriremos que no estábamos solos, ni estábamos condenados a repetir los errores del pasado y del presente, ni a resignarnos frente al autoritarismo de quienes insisten en imponer a la fuerza, un modelo fracasado, que lo que ha hecho es convertirse en un generador de pobreza.
Hay algunos que se empeñan en mirar el futuro por el espejo del retrovisor. Ya sabemos que esos que viven en el pasado, jamás abrirán las puertas del futuro y sí hay algo de lo que estoy seguro, pese al empeño de algunos en mantenernos anclados en el pasado, es que nuestra Venezuela tiene más futuro que pasado.
Vamos hermanos, construyamos juntos ese futuro y démonos la oportunidad para que en nuestra Venezuela, de una vez por todas, haya futuro, progreso y oportunidades. Que nadie se deje manipular, el futuro lo escribimos los venezolanos y créanlo que será un futuro lleno de progreso. ¡Que Dios bendiga a nuestro pueblo!
Henrique Caprles Radonski