Lo que se pretendía era darle carta blanca a los gringos para un bloqueo abierto (ya existe uno velado) y, en caso de no rendirnos, una invasión militar y esas intenciones no han variado ni un ápice
Los gringos no descansan ni se apuran, desarrollan su estrategia de dominación generalmente a mediano y largo plazo. Allí está Cuba, como ejemplo de la maldad y persistencia criminal de ese imperio.
Es por ello que resulta lógico respirar con alivio y hasta brindar (aunque sea un cafecito). No fue una victoria fácil y mucho menos cualquiera.
No es grano de anís impedir que los gringos hagan lo que les venga en gana en la OEA y peor si están acompañados por una veintena de países del continente y de los eternos cipayos venezolanos.
Celebremos, pero que nadie se equivoque. Lo que se pretendía era darle carta blanca a los gringos para un bloqueo abierto (ya existe uno velado) y, en caso de no rendirnos, una invasión militar y esas intenciones no han variado ni un ápice.
No podemos quedarnos en la declaración y la celebración de la victoria. El enemigo sigue vivo, fuerte y trabajando, como ya dijimos, con la vista puesta en su objetivo a futuro.
Es por ello que proponemos que el gobierno nacional trabaje en dar respuesta a las siguientes interrogantes que se desprenden de lo ocurrido en los ultimos dias:
¿Quedará impune el delito de traición a la patria cometido por quienes promueven abiertamente una invasión al país?
¿Se procederá a documentar las violaciones de Almagro al reglamento interno de la OEA y a exigir su remoción?
¿Qué accion se tomará con países como Bahamas, Belice, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras y Jamaica que se benefician de la demostrada generosidad de Venezuela a través de Petrocaribe y sin embargo se prestan a la maniobra norteamericano para agredirnos?
¿Seguiremos jugando el papel que hasta ahora hemos jugado ante un gobierno como el colombiano que ya no esconde el puñal sino que lo blande con descaro y odio?
Una vez más, que nadie se llame a engaño. Esta fue apenas una batalla y podemos ganar cien como ella, pero si ellos ganan una, nos destrozarán.
Hay que actuar rápido y con firmeza. Hay que mostrarle los dientes a la oposición que promueve este tipo de acciones. Hay que radicalizar la revolución como respuesta inmediata.
Alexis Arellano
aporrea.org